PSICODIS presenta el servicio de coaching para personas con discapacidad para instruir, formar o guiar
a los profesionales y directivos a mejorar y profesionalizar el desempeño de sus funciones.
Es un servicio de asesoría cuyos métodos de trabajo consisten en una relación personalizada de confianza
donde el entrenado aumenta sus niveles de autoconocimiento, confianza en sí mismo, y mejora la capacidad
de toma de decisiones y los dota de competencias para un mejor desempeño profesional.
El coaching para personas con discapacidad se ofrece de manera individual o grupal, a través de cinco fases
generales en los momentos iniciales: observación; determinación de objetivos; toma de conciencia;
zona de puesta en marcha y evaluación.
Coaching para personas con discapacidad
Los principios del Coaching para personas con Diversidad Funcional serían los siguientes:
- El coaching para personas con discapacidad, ya sea intelectual, física o sensorial, hacia consecuencias y resultados futuros.
Se basa en ver y decidir qué es lo que el cliente quiere ser, hacer u obtener. Es el cliente, no el Coach, quien decide el resultado. - EL coaching para personas con discapacidad está basado en el refuerzo positivo de los sueños, objetivos y resultados deseados por el cliente.
Independientemente del resultado, lo importante es ajustar sus metas y expectativas a las posibilidades reales de su discapacidad y recursos personales con una actitud positiva. - El coach es simplemente un guía.
Ayuda al cliente a superar sus bloqueos, ya sean de pensamiento, emocionales o de conducta, y abre la posibilidad de que este cliente con diversidad funcional fluya de la manera más conveniente para sí mismo y su entorno. - El cliente no es un paciente.
Este no es un modelo patológico. El Coach especializado en dar apoyo a personas con diversidad funcional es un colaborador en el camino de la consecución de las metas del cliente con discapacidad. El Coaching para personas con Discapacidad funciona basado en la cooperación con el cliente, incluso con su participación, pero no en un estilo de relación jerárquico de arriba-abajo. - El cliente es quien marca siempre el rumbo.
El foco de atención siempre estará centrado en las necesidades del cliente con diversidad funcional, no en las del Coach. Cualquier revelación personal de Coach sobre sí mismo será apropiada sólo en el caso de ser por el bien y la mejoría del cliente. - El coaching para personas con discapacidad funciona en un período corto de tiempo.
En algunos casos, los asuntos de un cliente con diversidad funcional se resolverán en una o dos sesiones breves. Para otros clientes, las sesiones se pueden alargar algunas semanas, fijando una a la semana o una cada quince días, dándole al cliente el tiempo necesario para hacer las “tareas para casa” que se hayan negociado. - No se llaman “deberes”, sino “tareas para casa”: evitamos cualquier énfasis negativo de las tareas asignadas.
Son personas adultas, con algún tipo de discapacidad sensorial, física y/o intelectual, y se les ha de tratar como tales, no como niños. - El coaching para personas con diversidad funcional es altamente experimental y experiencial.
El Coach le pedirá al cliente con discapacidad que pruebe cosas nuevas mientras le acompaña hacia los resultados deseados. Generalmente la información y/o la educación no son suficientes. La práctica o la reorientación de algunos comportamientos, a través de las tareas de casa, son un componente esencial para que el proceso de Coaching Empresarial para personas con diversidad funcional tenga éxito. - El coach es tan solo un participante del proceso de cambio personal y laboral del cliente.
Es una labor al 50/50. Las sesiones son interactivas con el Coach como “facilitador”; este no tiene un rol pasivo. El Coach sólo aconseja, da una opinión o muestra su desacuerdo con su cliente, si es por su proceso de cambio.